Inyección de eficiencia

Este lunes, el titular de Salud, Fernando D’Alessio, explicó parte de su plan para reestructurar el Minsa, en el cual se priorizará el uso eficiente de los recursos públicos. Para ello, plantea implementar un sistema de “batas grises”, que consistirá en concesionar la gestión administrativa de los centros de salud (ej., logística, seguridad, etc.), mas no la atención médica, permitiendo así a los médicos dedicarse exclusivamente a los pacientes.

¿Qué tanto sentido tiene esta propuesta? Muchísimo. Al analizar la Encuesta Nacional de Satisfacción de Usuarios de Salud (INEI), se aprecia que la gestión administrativa del sector salud, al menos la que recae en manos del Estado, hasta el momento es muy deficiente.

Por ejemplo, el tiempo promedio de programación de citas varía según el tipo de establecimiento de salud. Las clínicas privadas demoran seis días desde la llamada del paciente, mientras que en los establecimientos públicos –SIS y Essalud– el tiempo es de dos semanas.

De igual manera, el tiempo promedio de espera para la atención desde que el paciente llega al centro de salud varía dependiendo del sistema. Mientras que en los centros del SIS uno espera 2 horas y 15 minutos y en Essalud 1 hora y 20 minutos, en las clínicas privadas espera 57 minutos.

Finalmente, el tiempo promedio de duración de la consulta también varía. Mientras en los centros privados las consultas duran 15 minutos, en los públicos duran solo 11 minutos, lo que permite afirmar que los médicos del sector privado pueden destinarles 36% más de tiempo a sus pacientes para absolver dudas y consultas (probablemente porque no pierden tiempo en tareas administrativas).

El sistema de “batas grises” permitirá inyectarle una dotación de eficiencia al SIS, lo que finalmente mejorará la calidad del servicio que reciben los pacientes. Esperemos que Essalud siga este ejemplo.