Luis Davelouis: Nadie a cargo (en serio, nadie)

Uno de los logros más improbables de este gobierno fue conseguir que Cecilia Chacón (FP) y Marisa Glave (ex FA) estén del mismo lado en más de una oportunidad. Otro logro parecido es haber sido capaces de alinear a todas las facciones que representan a los maestros y habérselos puesto en contra.

Esto gracias a su incapacidad de i) interpretar correctamente la realidad, la coyuntura y sus actores, ii) gestionar puntos de vista heterogéneos y unificarlos dentro del gabinete antes de dirigirse a la opinión pública y iii) rodearse de personas con puntos de vista diferentes que le “abran” el panorama al Ejecutivo para que este no patine en cosas que luego parecen obviedades.

Ejemplo reciente: mandar a Vizcarra a Canadá porque –tras el asunto Chinchero– se ha convertido en un flanco vulnerable y, al mismo tiempo, poner a quien firmó la adenda de Chinchero (Molinelli) en el Ministerio de Inclusión Social (que, además, no tiene nada que ver con sus capacidades ni experiencia) y luego sorprenderse por las críticas.

Quizá, pedirle la renuncia a Guillermo Nugent del LUM también tenga que ver con eso.

Nada de esto es exclusividad del Ejecutivo. Con honrosísimas excepciones, la incompetencia campea: ¿a qué más se puede atribuir el disparate de la congresista Yesenia Ponce (FP) cuando dijo que su partido está identificado con (los maestros) “al margen de quien sea o no sea terrorista”? ¿O que su colega Becerril, que llama “terruco” y “proterruco” a todo el mundo, meta al Congreso y se rodee de miembros del Movadef, solo para pegarle al gobierno? ¿O que el FA llame “autoritario” y “represivo” a PPK pero se van del hemiciclo para no tocar a Maduro? La sensación de que nadie está a cargo es generalizada. Al menos nadie que sepa lo que hace.