“Es necesario que más empresas apuesten por los bionegocios”.
“Es necesario que más empresas apuesten por los bionegocios”.

Por Jorge López-Dóriga

Director ejecutivo de Comunicaciones y Sostenibilidad del Grupo AJE

La Amazonía peruana tiene una riqueza natural que pocos han protegido. El aguajal, el humedal más extenso del oriente del país con más de cinco millones de hectáreas solo en Loreto, está en peligro desde hace varios años por la tala de sus palmeras (de entre 20 y 30 metros de altura) para la recolección de frutos.

Esta situación ha convertido a muchos aguajales en un desierto verde lleno de palmeras macho-que no producen alimento- y ha provocado la ausencia de las palmeras hembra, aquellas que sí dan frutos y que alimentan a más de 280 especies de vertebrados, algunas de ellas en peligro de extinción.

Para tener una idea, la palmera de aguaje tarda hasta 20 años en dar frutos y produce unas ocho ramas anuales. Este súper alimento amazónico, tiene más vitamina A que dos kilos y medio de zanahorias (en solo 100 gramos de su pulpa) y otras propiedades.

La depredación de estos humedales también ha puesto en peligro a la mayor reserva de carbono que alberga el Perú. Si perdiéramos estos aguajales se irían 30 veces más emisiones de CO2 (dióxido de carbono), que los que provocaron los incendios de Australia en el 2019.

Por ello, es necesario que más empresas apuesten por los bionegocios para promover el oro verde y el trabajo con las comunidades amazónicas. En nuestro caso, conscientes de su importancia, venimos desarrollando productos (bebidas) a base de súper frutos provenientes de zonas libres de deforestación.

Hoy, seis comunidades aledañas del Pacaya Samiria (área natural protegida del Perú que alberga la mayor cantidad de aguajales) y el Sernanp se han convertido en nuestros aliados para garantizar la compra del fruto de aguaje de forma directa y trabajar responsablemente. Así, se instala un sistema de trabajo conjunto que permite a las comunidades tener una economía estable sin la necesidad de depredar la naturaleza para conseguir oportunidades.

Es importante que revaloremos el oro verde que nos ofrece la Amazonía por encima del oro negro o el oro amarillo. La revolución natural comienza con el compromiso, alternativas y alianzas que podamos crear desde la empresa privada, con un objetivo sostenible, empoderando a las comunidades e invitando al usuario a revalorar aquello que nace en su propia tierra.

Si vamos a celebrar el día por el cuidado del árbol, hagámoslo con acciones concretas y duraderas que nazcan desde cada una de las tribunas que hoy nos toca liderar.

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