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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Salvo que ocurra algún evento extraordinario, las cartas están echadas en la contienda electoral por Lima. Las tendencias se han mantenido y las diferencias son muy marcadas para que alguna candidatura remonte de manera tan vertiginosa.

¿Qué queda de las otras 12 candidaturas? Pues mucho de algunos, y poco de los muchos. Me explico: parte de las razones detrás de la contundente brecha que observamos entre uno y otros reside en la pobre oferta agregada. Si el electorado estaba dispuesto a abrir el abanico de sus opciones, necesitaba algo más que drones, ideas trilladas o insultos. La gran mayoría de estas propuestas no pasaba de tres o cuatro soluciones, y algunos incluso ninguna.

Pero, por lo menos, tres de esas 12 candidaturas generaron alguna expectativa; me refiero a las de Enrique Cornejo, Salvador Heresi y Fernán Altuve. Los tres gozan de amplia experiencia pública (uno como ministro, otro como alcalde y otro como regidor) y han demostrado seriedad y firmeza en sus propuestas. Un combo muy interesante, si lo pensamos un poco.

Pasadas las elecciones del domingo, ¿deberán quedarse al margen de la política? Creo que no.

Si algo requiere nuestra partidocracia y, por ende, nuestro sistema político es un refrescante ventarrón con ese combo como característica principal. La exposición mediática de estos meses y la recordación de la que gozan estos candidatos los hacen fijos al Congreso en el 2016, institución que –dicho sea de paso– no goza de demasiada credibilidad ni simpatía popular últimamente.

El caso de Cornejo es, sin duda, el que destaca con mayor nitidez. Imaginamos que el Apra tendrá a un candidato de peso y arrastre, así que ambos se beneficiarían si disfrutan de una posición privilegiada.

Salvador Heresi, por otro lado, seguirá acompañando a PPK, y Fernán Altuve no debería tener problema en encontrar un espacio en alguno de los partidos grandes. Ojalá los tres miren más allá del 2014; el Congreso requiere ese perfil a gritos.