[Opinión] Felipe Morris: ¿Necesitamos un  Reactiva Perú 3?
[Opinión] Felipe Morris: ¿Necesitamos un Reactiva Perú 3?

El programa Reactiva Perú, creado en 2020 y que estuvo dirigido a las empresas afectadas por el COVID-19, tuvo como objetivo apoyar sus necesidades de capital de trabajo, asegurando la continuidad en la cadena de pagos. El programa se inició con S/30,000 millones de fondos del BCRP y garantías del Estado que luego se complementó con el Reactiva 2 por un monto similar, priorizando los créditos para microempresas. Las entidades financieras otorgaron los créditos a tasas preferenciales gracias al fondeo del BCRP y a la garantía estatal que cubría entre 80% y 98% del monto del crédito. Se otorgaron créditos a 500 mil empresas (de las cuales el 92% fueron MYPE) a tasas de interés bastante bajas, por un monto equivalente al 8% del PBI.

Los analistas coinciden en que el programa fue muy exitoso ya que redujo significativamente la morosidad en el sistema financiero, contribuyendo a mantener la estabilidad financiera, y a preservar la cadena de pagos, favoreciendo la recuperación de la actividad económica (el PBI cayó 11% en 2020 y creció 13.5% en 2021). Los mayores beneficiarios fueron las MYPE y los sectores agricultura, servicios y construcción; todos intensivos en mano de obra. El apoyo a las MYPE fue muy importante para la recuperación de los empleos que se perdieron durante la pandemia. En mayo de este año, se publicó un decreto que permite la reprogramación de estos créditos, poniendo énfasis en aquellas empresas con préstamos más pequeños o afectadas por la disminución de sus ingresos, particularmente las del sector turismo. Se estima que un 30% de los créditos podrían reprogramarse hasta 24 o 36 meses dependiendo del sector.

Hace un par de semanas, el ministro de Comercio Exterior informó que, luego de diálogos con la Sociedad Nacional de Industria, se evaluaba implementar “un tercer Reactiva” para impulsar la actividad económica, sobre todo en el sector manufactura. El ministro de Economía indicó que no se estaba contemplando un nuevo programa y que los esfuerzos estaban en la recuperación de los créditos otorgados anteriormente. La posición del MEF es la correcta ya que en la coyuntura actual lo que se requiere no son mayores créditos, sino un clima de estabilidad macroeconómica y política que promueva la actividad económica, la inversión y el empleo. ¿De qué sirven más créditos si no existe confianza? Por otro lado, nuestra experiencia con créditos directos o garantías provistas por el Estado ha sido muy mala. Muchos bancos públicos que asumían riesgo directamente quebraron en el pasado e incluso, en el caso del programa Reactiva, todavía en curso, el Estado ya tuvo que honrar más de 1,600 millones de créditos impagos.