Foto: Difusión
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-La última estrategia política de la caviarada es la de denominarse ‘centristas’. Así, supuestamente, ellos son los moderados y los cuerdos frente a una polarización derecha/izquierda y así también marcan distancias oportunistas de la tan quemada izquierda peruana, de la que son parte integrante por el marxismo cultural y los odios que comparten. ¿Acaso la caviarada no se acostó con Humala y con Castillo y no coquetearon siempre con Verónika Mendoza, el IDL y demás ONG rojas o los antimineros? Estos caviares son tan caraduras que ni siquiera pretenden llamarse ‘centroizquierdistas’, la cual también es una definición inexacta pero menos escandalosa.

-Me parece sumamente irresponsable e impertinente que Cuarto poder haya utilizado un dron para transmitir la parte de la vida diaria sin techo de Castillo en prisión. Oigan insensatos, ese es un detenido y no un veraneante campestre. Oigan insensatos, no se puede estar aireando públicamente las rutinas de encarcelados. Oigan insensatos, ya ha habido varios escapes por helicópteros de prisiones chilenas, mexicanas, irlandesas y francesas como para estar tentando acciones así desde el aire. Y pobrecito el profesorcito, allí solito con su huertito. Solo en el Perú pueden suceder necedades de este calibre: hacer un reality show aéreo de la prisión de Castillo… Una falta de sindéresis absoluta. Y claro, si el filmado hubiese sido Fujimori, La República (accionista del canal 4) y la izquierda hubieran bramado (y con razón).

-Asumámoslo: los peruanos somos sucios. Basta ver cómo dejan las playas para constatarlo (por eso suelen haber tantas broncas entre veraneantes residentes y los visitantes playeros en los balnearios). Hasta el cerro San Cristóbal quedó hecho un chiquero hace poco. Me acuerdo cómo me impactó ver kilómetros continuos de basura entre Sullana y Piura. Y uno diariamente observa cómo arrojan desperdicios de los autos a la calle. Algo he viajado y solo he visto un país más sucio que el nuestro: la India.