El vicepresidente argentino, Amado Boudou, negó hoy haber cometido actos ilícitos y acusó a los principales diarios del país de haber montado una "operación mediática" en la causa que investiga si el funcionario usó sus influencias para beneficiar una imprenta de dinero.
En una declaración a la prensa, Boudou dijo que el allanamiento que la justicia realizó ayer, miércoles, a una propiedad suya en Buenos Aires fue parte de "telenovela mediática de la mafia de (Héctor) Magnetto", director ejecutivo del Grupo Clarín y de "la agencia de noticias de (el juez Daniel) Rafecas", a cargo de la investigación que salpica al funcionario.
La Policía realizó el allanamiento ordenado por el magistrado en un apartamento del vicepresidente en el lujoso barrio porteño de Puerto Madero.
Según medios locales, en la pesquisa se halló un recibo de gastos de Alejandro Vanderbroele, titular de la imprenta cuestionada, a nombre de Boudou, lo que comprobaría el lazo entre ambos, algo que el hombre de confianza de la presidenta Cristina Fernández negaba.
Rafecas investiga si se cometieron negociaciones incompatibles con su cargo y lavado de dinero en el proceso que se inició durante el levantamiento de la quiebra de la imprenta Ciccone, que pasó a ser controlada por el fondo de inversión The Old Fund, dirigido por Vandenbroele.
La justicia busca determinar si el funcionario utilizó sus influencias en 2010, cuando era ministro de Economía, para favorecer a la mencionada empresa.