Redacción PERÚ21

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SAN SALVADOR (Agencias).– La justicia tiene en la mira a dos ex presidentes de Centroamérica. Uno es el caso del ex mandatario de Mauricio Funes, a quien se le acusa de actos de corrupción, mediante los cuales se quedó con fondos del Estado por US$351 millones, durante su mandato entre 2009 y 2014.

La Fiscalía General de ese país ordenó la captura de Funes y otras 30 personas, entre ex funcionarios y familiares, incluidos su secretario privado, Francisco Cáceres, y el ex presidente del estatal Banco Hipotecario Manuel Rivera.

Durante una conferencia de prensa, el jefe del Ministerio Público, Douglas Meléndez, informó que se envió un oficio a la Interpol “alertando que el señor Funes es persona de interés” para El Salvador y que también “se va a solicitar la extradición” desde Nicaragua.

ESPIONAJE POLÍTICO
En el caso de Panamá, se espera el regreso del ex presidente Ricardo Martinelli, detenido hace casi un año en Miami y requerido por las autoridades de su país por un caso de espionaje político.

El Departamento de Estado de EE.UU. notificó a la Cancillería panameña, a través de su embajada en Washington, la aprobación de la extradición de Martinelli, bajo una regla prevista en el tratado de extradición entre ambos países.

Esta establece que el ex gobernante no podrá ser juzgado por ninguno de los otros casos de corrupción que tiene pendientes, sino por el que se solicitó su extradición: la red de escuchas ilegales a políticos, periodistas y empresarios durante su mandato entre los años 2009 y 2014.

SABÍA QUE:
-Ante las acusaciones en su contra, Mauricio Funes negó los cargos y justificó algunos de los pagos a empresas, entre ellas Polistepeque, que dirigió su campaña presidencial. 
 -La Fiscalía también acusó a la ex esposa de Funes, Vanda Pignato.

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