Zachariah y William Brice, de tres y seis años respectivamente, quedaron atrapados entre las llamas de un incendio que quemó su casa ubicada en Virginia, Estados Unidos. Al momento de ser rescatados, las autoridades los encontraron abrazados.
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James Brice, padre de los pequeños, compartió su dolor ante la pérdida de sus hijos, pero también afirmó sentirse orgulloso de la valentía de su hijo mayor.
“William es lo suficientemente inteligente como para haber salido de la casa, sabía lo que pasaba. Y creo que vio a su hermano en peligro, atrapado, y entró y lo protegió. William en realidad estaba cubriendo y protegiendo a Zachariah como un escudo”, explicó para medios locales.
Donaron sus órganos para salvar vidas
Tras el rescate, los niños fueron trasladados de inmediato al hospital, donde recibieron atención médica y estuvieron en compañía de sus padres durante varios días, hasta que finalmente fallecieron.
“Fue realmente doloroso porque todavía podíamos ver los latidos del corazón. Al final, cuando llegaron a la prueba no hubo respuesta y no pudieron hacer nada por sí solos”, agregó.
Los padres de William y Zachariah tomaron la noble decisión de donar los órganos de sus hijos para salvar la vida de otros pequeños.
“Nos duele el corazón porque los queremos aquí, pero tenemos una gran esperanza al saber que los veremos nuevamente. Queremos iluminar y ayudar a otros que están sufriendo, así que estamos encontrando algún propósito”, concluyó.
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