Un antiguo miembro de la secta japonesa Verdad Suprema –que perpetró un mortal ataque en el metro de Tokio en marzo de 1995– se entregó el último fin de semana a las autoridades.
Makoto Hirata, de 46 años, entró a una comisaría del distrito de Marunochi, en el centro de Tokio, minutos antes del Año Nuevo y se le arrestó de forma inmediata, informó la cadena británica BBC. Otros dos sospechosos, Naoko Kikuchi (40) y Katsuya Takahashi (53), aún permanecen en la clandestinidad.
En el atentado se usó gas sarín, 13 personas murieron y más de 6,000 resultaron intoxicadas, según cifras oficiales del Gobierno nipón. De los 189 procesados por el ataque, 12 fueron condenados a muerte. Hasta ahora ninguno ha sido ejecutado.
Shoko Asahara, líder de la secta, recibió la condena de muerte en la horca en 27 de febrero de 2004. Sin embargo, sigue esperando su ejecución por el asesinato de 27 personas, incluyendo los fallecidos en el atentado del metro.