Egipto: Protestas de hinchas del Al Masry deja un menor muerto

Luego de la decisión de la Asociación Egipcia de Fútbol (AEF) de suspender dos años al club Al Masry de Port Said por la tragedia ocurrida en su estadio el pasado 1 de febrero y en la que murieron unas 74 personas, los hinchas del equipo mantienen bloqueados hoy los accesos al área industrial de dicha ciudad, tras una noche de enfrentamientos con la Policía que dejó un menor fallecido.

El niño de 13 años murió a causa de un disparo en la espalda y pese a su rápido ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Port Said, los médicos no pudieron salvarle la vida. Asimismo, unas 42 personas resultaron heridas en las refriegas, la mayoría de ellos con síntomas de asfixia.

Furiosos por el anuncio de la sanción contra su equipo, los violentos fanáticos protagonizaron anoche marchas multitudinarias por la ciudad portuaria, que desembocaron en choques con las fuerzas de seguridad.

Las inmediaciones de la sede local de la Autoridad del Canal de Suez fueron escenario de los disturbios en los que los policías dispararon al aire y lanzaron gases lacrimógenos para evitar el asalto al edificio. A fin de evitar nuevos choques, se decidió reforzar la seguridad en la zona.

El pasado 15 de marzo la Fiscalía anunció la imputación de 75 personas, entre ellas tres responsables del club local, nueve policías y dos adolescentes, a las que se les acusó de asesinato y negligencia en el incidente.

Según la versión defendida por los hinchas del Al Ahly y otros grupos, el complot del estadio fue urdido para castigar a quienes lideraron los 18 días de revolución que forzaron la salida de Hosni Mubarak.

El primer ministro, Kamal el Ganzuri, ya advirtió que el castigo a Al Masry no debía ser "ni clemente ni excesivo" pero la decisión adoptada no satisfizo a nadie, en especial a los directivos del Al Ahly –equipo al que pertenecían la mayoría de las víctimas–, quienes rechazaron la condena.

Sus aficionados más radicales, reunidos en el grupo Ultras Ahlawy, piden justicia y amenazan en un comunicado publicado en su página de Facebook con lograrla "por la vía legal o con las manos". "Estamos dispuestos a morir por nuestros derechos y sumarnos a la cifra de 74 muertos", indican.