Nueve manifestantes que se pegaron al suelo de un concesionario Volkswagen en Alemania para protestar contra el cambio climático. (Foto: gianluca grimalda/ Twitter)
Nueve manifestantes que se pegaron al suelo de un concesionario Volkswagen en Alemania para protestar contra el cambio climático. (Foto: gianluca grimalda/ Twitter)

Nueve activistas se pegaron al suelo de un concesionario en para protestar contra el . Sin embargo, cuando llegó el momento de cerrar la tienda, el personal de la tienda apagó las luces, la calefacción y los dejó encerrados. Ante ello, uno de los ecologistas reclamó en que el fabricante de automóviles aceptó su , pero se olvidó de facilitarles la .

Los activistas son miembros del grupo ‘Scientist Rebel’, que se promocionan a sí mismos como una colección de científicos ‘dispuestos a decir la verdad sobre la crisis climática y actuar en consecuencia’. Por ello, están instando a Volkswagen, uno de los fabricantes de automóviles más grandes de Alemania, a intensificar la lucha contra la contaminación.

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Las imágenes de la manifestación se compartieron en Twitter y mostraban a seis de los manifestantes pegados al suelo frente a tres Porsches.

El grupo, que vestía batas de laboratorio, apartó la mirada de la cámara mientras estaban sentados en el suelo con las piernas cruzadas y las manos pegadas.

Sin embargo, el personal apagó las luces, la calefacción y los dejó adentro. “Rechazaron nuestra solicitud de proporcionarnos un recipiente para orinar y defecar de manera decente mientras estábamos pegados, y apagaron la calefacción”, dijo uno de los manifestantes, Gianluca Grimalda.

“No podemos pedir nuestra comida, debemos usar la proporcionada por Volkswagen. Luces apagadas. Controles aleatorios sin previo aviso por parte de guardias de seguridad con antorchas brillantes”, dijo.

Más activistas se unieron a la protesta después de que el personal de Volkswagen se fue y permanecieron afuera del establecimiento, ofreciendo apoyo moral.

No es la primera vez en Europa

Dos activistas ecologistas comparecieron este sábado ante un tribunal británico por haber lanzado sopa de tomate el viernes sobre el cuadro ‘Los girasoles’ de Vincent Van Gogh, en la National Gallery de Londres.

Anna Holland, de 20 años, y Phoebe Plummer, de 21, se declararon inocentes en su comparecencia ante el juez de distrito Tan Irkam, que las dejó libres bajo fianza a la espera de su juicio el 13 de diciembre en Londres.

El cuadro en sí no resultó dañado, ya que estaba protegido por un vidrio, pero sí el marco, que sufrió “daños menores”, según anunció la galería.

Las dos activistas, pertenecientes al grupo de desobediencia civil ‘Just Stop Oil’, entraron en la National Gallery y arrojaron dos latas de sopa Heinz sobre el lienzo, pintado en 1888 por el maestro impresionista holandés y valorado en 84,2 millones de dólares.

Con esta acción, las activistas buscaban exigir que el gobierno británico detenga todos los nuevos proyectos de explotación de hidrocarburos en el país, según precisó la organización ecologista en un comunicado

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