La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, prometió hoy que dejará de ahorrar en dólares y pidió a los funcionarios de su Gobierno imitarla, en momentos en que escasea la divisa estadounidense en el país y la población hace lo imposible por obtenerla.
La mandataria, quien llamó a los argentinos a abandonar su culto al dólar, dijo en un discurso a la nación que predicará con el ejemplo y que decidió convertir a pesos su único depósito bancario a plazo fijo en la moneda extranjera.
El Ejecutivo batalla desde finales del año pasado contra una fuga de divisas que erosionó las reservas del Banco Central, con las que financia el gasto público y paga sus deudas.
Los argentinos apenas tienen acceso a dólares desde entonces debido a unos estrictos controles para la compra de moneda extranjera, que los empujó a buscar el billete verde en el mercado negro, ya que este sirve de refugio para protegerse de la alta inflación.
Las dificultades para conseguir dicha divisa están afectando a algunos importantes sectores de la economía como el inmobiliario, en el que las operaciones se concretan en dólares desde hace décadas.