Redacción PERÚ21

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Una multitudinaria marcha en homenaje a las víctimas de la dictadura de (1973-1990) tomó este domingo las calles de Santiago reclamando justicia y el cierre de una cárcel especial que alberga a exmilitares condenados, a 42 años del golpe de Estado.

En un inédito recorrido – que por primera vez pasó por La Moneda, sede de gobierno que en 1973 fue bombardeada con el fin de derrocar al gobierno socialista de — la movilización finalizó en el Cementerio General, que alberga un memorial de los desaparecidos y los ejecutados por el régimen dictatorial.

"Han pasado 42 años del golpe militar, estamos marchando por memoria, porque nunca debemos olvidar, porque exigimos verdad total y justicia plena y porque queremos que el país, de una vez por todas, termine con todo los amarres dictatoriales", señaló a The Associated Press la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro.

Con la voz de Allende saliendo de altoparlantes, miles de personas cruzaron La Moneda para emprender un largo camino en los que la emoción y hasta algunas lágrimas se mezclaron al son del tambor y el baile elegidos por los jóvenes para hacer sus demandas.

Por su parte, el estudiante José Dalquin, participante de la manifestación, dijo que "el pacto de silencio que hay entre la derecha y los militares impide hacer justicia en este país", en referencia a las presuntas maniobras de encubrimiento de las jerarquías militares que denunció un exconscripto.

A lo largo del recorrido carteles, comentarios y leyendas escritas en paredes manifestaron el descontento contra la cárcel Punta Peuco, ubicada a unos 50 kilómetros de Santiago y que alberga a un centenar de exmiembros de las Fuerzas Armadas condenados por torturas, secuestros y muertes.

"Punta Peuco debe desaparecer, no debería haber cárceles especiales para los asesinos", comentó entre lágrimas Patricia Abarca, de 54 años.

El gobierno de la presidenta Michelle Bachelet — que atraviesa su nivel más bajo de aprobación con 22% — reiteró el sábado que está evaluando un posible cierre de ese establecimiento, aunque negó que existan privilegios en ese centro de reclusión.

Frente a la Memoria de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, los familiares de las víctimas portaban claveles en un momento de reflexión, mientras que, a escasos metros, se registraban violentos incidentes que terminaron con la Policía lanzando agua y gases a los manifestantes.

En total, 40.018 personas fueron asesinadas, torturadas o recluidas por motivos políticos durante la dictadura de Pinochet. Según cálculos del gobierno, 3.095 personas fueron asesinadas, entre ellas 1.200 que fueron víctimas de desaparición forzada.