Más de 400,000 personas asistieron a la marcha del miércoles en Buenos Aires para homenajear al fiscal , muerto misteriosamente hace un mes tras denunciar a la presidenta argentina de obstruir a la justicia, informaron a la AFP fuentes de la Policía de la capital.

"Fueron más de 400,000 personas las que marcharon" en Buenos Aires convocados por seis fiscales opositores al Gobierno de Kirchner, informó una fuente de la Policía Metropolitana, dependiente de la alcaldía de la capital a cargo de Mauricio Macri, precandidato de derecha a la presidencia.

El evento bautizado en las redes sociales "la marcha de los paraguas", por la intensa lluvia que acompañó a los manifestantes, se realizó sin incidentes, en calma y respetando la consigna de guardar silencio, apenas violado cada tanto para clamar "justicia" o murmurar partes del himno nacional.

"Homenaje al Fiscal Alberto Nisman", decía la pancarta gigante sujetada por los seis fiscales enfrentados al gobierno que convocaron a esta manifestación que se extendió por 1,7 km y a la que asistieron masivamente residentes de clase media de la capital.

Goteando de pies a cabeza, los fiscales y la ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado y sus dos hijas de 15 y 7 años, fueron aplaudidos al ser reconocidos por la gente.

Ocho de los principales precandidatos presidenciales opositores para las elecciones de octubre acompañaron a los fiscales, al igual que la dirigencia de la numerosa colectividad judía, la más importante de América Latina.

El Gobierno argentino repudió el mitin por considerarlo "golpista" y sostuvo que la denuncia de Nisman contra Cristina Fernández es un intento de involucrar al país en el conflicto de Medio Oriente.

"Les pido que abran bien los ojos. No estoy hablando de conspiraciones, es un mundo de intereses", dijo Fernández de Kirchner en un acto en cadena nacional antes de la marcha.

El origen del caso, envuelto en una maraña judicial y política, es la explosión que destruyó hace casi 21 años la mutual judeo-argentina AMIA, con un saldo de 85 muertos y 300 heridos.

Tras acusar a la presidenta de Argentina, Alberto Nisman apareció muerto en el baño de su apartamento el 18 de enero, con un disparo en la cabeza de una pistola calibre 22 prestada por un colaborador. Había una sola vaina servida en el suelo y su cadáver obstruía la puerta.

ESPÍAS Y PRUEBASLas pruebas de Nisman son escuchas telefónicas realizadas por agentes de inteligencia sin permiso del juez del caso, Rodolfo Canicoba Corral, en las que un dirigente barrial kirchnerista habla de presuntos favores a iraníes con un argentino de esa colectividad en Buenos Aires.

El exjefe de servicios de inteligencia, Antonio 'Jaime' Stiuso, fuente de datos de Nisman, según dijo el mismo fiscal, declaró en secreto ante la fiscalía, confirmó un comunicado de la institución.

Considerado el hombre fuerte de los servicios secretos argentinos, Stiuso fue removido de su cargo en diciembre pasado y el gobierno lo señaló como el autor de la denuncia de Alberto Nisman tras la muerte del fiscal.

La opinión pública se divide entre quienes afirman que a Nisman lo mandó matar la presidenta y aquellos que dicen que esa acusación busca adelantar las elecciones.

Kirchner, una peronista de centroizquierda, atraviesa su último año en el poder tras dos mandatos consecutivos y no podrá volver a postular en las presidenciales del próximo 25 de octubre.

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