Felicidad plena. Adenor Bacchi, o simplemente Tite, terminó en el césped del estadio de San Petersburgo tras celebrar de forma eufórica la conquista de Philippe Coutinho que encaminó el primer triunfo de la selección brasileña por el grupo E del Mundial.
Tras un disputado encuentro frente a Costa Rica, el mediocampista del Barcelona quebró la igualdad entre ambas representaciones en los descuentos del duelo, desatando el esperado festejo sus compatriotas.
Tite saltó del banquillo para celebrar el gol agónico de Coutunho y fue secundado por Ederson, quien desacomoda a su técnico de manera casual y lo hace caer al suelo de manera estrepitosa.
Posteriormente, Neymar amplió la diferencia y sentenció la victoria del 'Scratch' que encamina a los brasileños rumbo a octavos de final.