Indignante. Asesinar, herir o golpear salvajemente por un celular se ha vuelto –lamentablemente– un hecho común, un delito más, una noticia cotidiana. ¿Hasta cuándo? Eso jamás se sabrá.
Ayer se registraron dos víctimas más de este delito, en plena campaña emprendida por el Ministerio del Interior para desactivar los dispositivos móviles que sean robados y posteriormente vendidos en el mercado negro.
Una de las víctimas es Jersson Daniel Espinoza Díaz (18), estudiante de diseño gráfico, al que un grupo de delincuentes le disparó directamente en el cuello para quitarle su smartphone. Él se encuentra grave. Lucha por su vida en el hospital Dos de Mayo.
En este caso, el atraco se produjo en la madrugada cuando Espinoza se encontraba, junto con su primo y dos amigos más, en el cruce de los jirones Junín y Manuel Pardo, en Barrios Altos. El muchacho retornaba a su casa.
Seis hampones los interceptan. Uno de ellos rastrilló su arma y apuntó directamente a Espinoza. "La bala entró por el cuello y salió por la nuca", manifestó un testigo del hecho. Fue llevado al hospital Dos de Mayo. Su estado es delicado.
La Policía efectuó un operativo por diversas calles, que culminó en la captura de seis personas, entre ellas una mujer que habrían participado en el asalto.
El otro robo tuvo lugar a las 9:30 a.m. en la cuadra 3 del jirón Miró Quesada, una de las zonas –supuestamente– más seguras del Cercado de Lima, que se encuentra a pocas cuadras de Palacio de Gobierno.Johana Custodio Salvatierra (28), redactora del diario Perú21, estaba cerca de su centro de labores cuando fue interceptada por un sujeto. Ella forcejeó y a cambio recibió un golpe en el abdomen.
Al ver esta reacción, el hampón sacó un arma de fuego. Ante esto, Custodio no opuso más resistencia.
Luego de arrebatarle el equipo, el delincuente realizó un disparo al aire para que nadie lo persiga.