Investigaciones establecen que coronel Garay actuó de acuerdo con sus funciones. (USI)
Investigaciones establecen que coronel Garay actuó de acuerdo con sus funciones. (USI)

Redacción PERÚ21

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El coronel fue restituido el último viernes como jefe del penal de Lurigancho, luego de que la Inspectoría General de la Policía Nacional no le hallara responsabilidad disciplinaria por haber dispuesto el corte de cabello de los reclusos.

Como es público, el oficial había sido relevado del cargo de director del centro penitenciario tras las críticas de la Defensoría del Pueblo y del propio jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), José Luis Pérez Guadalupe. Ellos cuestionaban la mencionada medida contra los presos.

Sin embargo, la buena labor que venía desempeñando Garay motivó la reacción de diversas autoridades, por lo que la Policía se vio obligada a aclarar que únicamente se trataba de un proceso de investigación y que el oficial solo había sido 'separado'.

LAS INVESTIGACIONESFuentes policiales informaron que las investigaciones culminaron el último viernes. Así, se determinó que Tomás Garay había actuado según las normas del Código de Función Penal.

El documento establece en su artículo Nº 5 que el jefe del reclusorio está "obligado a velar por la disciplina y el aseo de los internos" y que, en tal sentido, estos últimos tienen el deber de cumplir dicha norma. Luego de conocerse las conclusiones de las investigaciones, el Comando de la Policía Nacional dispuso que el coronel Garay fuera ratificado en su puesto.

Desde el viernes, el oficial continúa en el cargo y trascendió que ya ha retomado varias de sus disposiciones, entre ellas el corte de cabello, pero de manera voluntaria.

Se sabe que mañana habrá una ceremonia en el reclusorio. Cada pabellón contará con banderas blancas y los presos desfilarán con motivo del inicio de las Fiestas Patrias.

TENGA EN CUENTA

- El coronel Garay llevó a cabo numerosas requisas en los últimos cinco meses. En estas intervenciones se incautó armas de fuego, droga y hasta granadas de guerra. También retiró del penal más de 600 gallos de pelea.

- Con el decomiso de teléfonos celulares y chips, evitó que se continuara con las extorsiones desde esta cárcel.

- Es más, descubrió una red de prostitución masculina.