Ollas comunes.
Ollas comunes.

Según un estudio realizado en el 2022 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (), existen 6,8 millones de peruanos que pasan más de un día. Ello sugiere que la cuarta parte de la población peruana no accede a una porción de alimento al día. La falta de trabajo y el incremento en el costo de vida, entre otros factores; terminan afectando a peruanos en situación de vulnerabilidad. Afecta a aquellos que viven con ingresos reducidos o casi nulos, quienes carecen de acceso a servicios y en viviendas que no están terminadas o se ubican en lugares de difícil acceso.

Para muchos, esta situación de agravó con el inicio de la pandemia en el 2020. Fue entonces que muchas personas decidieron unirse de manera espontánea y trabajar como “olla común”. Comenzaron a cocinar aportando lo que cada uno podía sumar; desde una olla, cucharones, hasta algunas papas o arroz, juntando dinero para adquirir verduras o pollo para dar como resultado un plato de comida que alimentara a todas las familias vecinas. Así fue como Janet Gutiérrez, vecina de Manchay, fundó la olla común La Plataforma para ayudar a su familia y vecinos.

Janet Gutiérrez.
Janet Gutiérrez.

Durante el periodo de Covid, muchos de los adultos y jóvenes de nuestra comunidad se quedaron sin trabajo, por lo que tuvieron problemas para alimentarse debido a que no contaban con ingresos” comenta Janet.

Llevar la gestión de la olla común, al principio, fue difícil; porque no contaban con los implementos necesarios para realizar la labor. Es en ese momento que deciden buscar apoyo para mejorar sus condiciones y posibilidades. “En el 2021, nos enteramos de que existía el programa Ollas que Desarrollan, el cual ayudaba a ollas comunes como la nuestra”, cuenta la lideresa. “Decidimos postular e ingresamos. Poco a poco fuimos mejorando, porque no solo nos brindaron apoyo con donaciones de alimentos e implementos para la cocina, sino que también fuimos parte de las capacitaciones, que fueron especialmente importantes porque nos enseñaron a hacer un flujo de caja, manejar el presupuesto con ingresos y egresos y llevar control del almacén. En temas de liderazgo, nos ayudaron a trabajar mejor en equipo y reconocer lo que queremos lograr”, agrega.

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Gracias a su compromiso y el de toda su Junta Directiva, conformada por 5 mujeres luchadoras (incluida la propia Janet), la olla común La Plataforma hoy atiende, diariamente, a 130 personas. “Gracias a Ollas que Desarrollan hemos podido compartir y ayudar a nuestros vecinos, con quienes hemos formado lazos de amistad y ahora todos nos consideramos una familia”. Una vez a la semana, las señoras de la olla se organizan para elaborar el menú de la semana. Basándose en las capacitaciones de nutrición brindadas por Ollas que Desarrollan, consideran opciones balanceadas como garbanzos, acelga y pescado. Cada plato lo venden a S/ 2.50.

Este año buscan proyectarse y organizarse para seguir gestionando su olla común. Para ellas, es muy importante conseguir apoyo para poder seguir con su labor y ayudar a los adultos mayores, niños huérfanos, y niños con habilidades especiales de la comunidad. Además, Janet quiere emprender y reconoce que con las capacitaciones podrá tener más herramientas para autosostenerse en el tiempo.

Las Ollas comunes son poderosas, nosotras apoyamos a la población, al vecino. Dar un plato de comida es una experiencia muy grande”, termina.

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