Atento. (Pixabay)
Atento. (Pixabay)

Redacción PERÚ21

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Es poco difundido, pero Perú celebra cada 29 de setiembre el Día Internacional de la Discapacidad Auditiva.

Es esa fecha, el Centro Peruano de Audición, Lenguaje y Aprendizaje () se encarga de promover entre las familias algunas señales de alerta para detectar la sordera en niños recién nacidos.

Es necesario que los padres estén atentos a las respuestas auditivas de sus hijos. Así se podrá determinar si están ante un caso de pérdida auditiva temporal o permanente para luego plantear la mejor solución de ayuda.

CPAL recuerda que en Perú, 532 mil personas son sordas, según el INEI. En el mundo, 360 millones padecen pérdida auditiva discapacitante (OMS).

A nivel mundial 3 de cada 1,000 niños naces con pérdida auditiva, de acuerdo con la BMC Public Health.

Leves o severas

Para pérdidas auditivas leves o moderadas son útiles los audífonos, los cuales son equipos electrónicos que permiten amplificar los sonidos del lenguaje hablado compensando el nivel de deficiencia auditiva.

En caso de pérdidas auditivas severas a profundas, la mejor opción en un implante coclear; el cual reemplaza la función del oído dañado dando una óptima calidad desonido, permitiendo al niño escuchar a niveles casi de normalidad.

Es necesario saber que existe una rehabilitación auditiva post uso del auxiliar auditivo. La terapia hace posible que el niño pueda identificar, discriminar y reconocer las características acústicas de las palabras para usarlas en la formación de estructuras habladas.

LAS SEÑALES:

*No voltea cuando se le llama.

*No responde ante sonidos débiles.

*Es menor de un año y ha dejado de balbucear.

*Es demasiado pasivo, no llora ni molesta.

*Tiene un año y no dice mamá ni papá.

*Pide que suban el volumen de la TV o radio.

*Tiene 2 años y no dice palabras ni frases sólo produce ruidos.

*Es mayor de 3 años y no conversa.

*Su voz es rara y varía de tono bruscamente (a veces alto y a veces bajo).

*No se entienden las palabras que dice.

*No repite frases.

*No contesta a preguntas sencillas.

*No sabe contar lo que le pasa.

*Se le dificulta mantener una conversación sencilla.

*Se distrae con facilidad.

*Su nivel de lenguaje es inferior al de sus compañeros.

*Su falta de atención es frecuente.

*Tiene problemas crónicos del oído medio.

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