Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Con total descaro y sin pizca alguna de remordimiento, César Alva Mendoza (38) para cumplir los nueve meses de prisión preventiva por el presunto asesinato de Jimena, la niña de 11 años hallada violada y carbonizada en un calle de .

El confeso asesino admitió haber pasado la noche con el cuerpo de la pequeña pensando qué haría para deshacerse de él. No tuvo mejor idea que incendiar el cuerpo y arrojarlo a tan solo unos metros del cuarto que alquilaba en el citado distrito.

Este y otros detalles del terrorífico caso que ha indignado a todo un país han dado pistas a los especialistas para elaborar el perfil del 'Monstruo de la bicicleta'.

FRÍO Y CALCULADOR

En conversación con Canal N, indicaron que Alva Mendoza presenta trastornos de personalidad, con un total desprecio por la vida, convirtiéndolo en un psicópata sexual. 

De personalidad, fría, calculadora y manipuladora, César Alva no tuvo reparos en hacer todo lo que le era posible para ejercer dominio sobre la pequeña niña.

Una vez detenido —señalan los expertos— el acusado no ha denotado sintonía emocional frente a sus actos, sin respeto alguno por la condición humana.

Carente de sensibilidad, violó, mató y quemó a la pequeña Jimenita, pasó la noche junto a su cuerpo, revelando una personalidad completamente deformada.

Los especialistas consideran que el 'monstruo de la bicicleta' creía tener mucho poder, que nadie podía hacer nada y que era impune por cualquiera de sus actos.

CONTRA CASTRACIÓN QUÍMICA

Ambos conocedores de la psicología coincidieron en que la castración química no sería la solución para el trastorno que presenta, sino que empeoraría la situación inclusive.

"Utilizaría otras partes de su cuerpo o inclusive objetos de madera o metal para concretar la violación, pues no se trata de un tema sexual sino de ejercer poder", sentencian.