"La crisis política, la inflación, la crisis que estamos heredando del extranjero, va que va a tener mucha incidencia en el hambre". (Foto: GEC)
"La crisis política, la inflación, la crisis que estamos heredando del extranjero, va que va a tener mucha incidencia en el hambre". (Foto: GEC)

El (IGH) de 2021 reveló que Perú obtuvo 17.7 puntos, en una escala de 0 a 100 donde el más bajo es mejor, lo que significó un retroceso de 10 años para el país. William Campbell, country director en Ayuda en Acción, considera que el escenario es ahora es de “estancamiento” y no de mejora.

¿Qué se esperaría para el próximo año en lo que es el hambre en el Perú?

Lo que vemos es un escenario poco esperanzador, en el que va a estar complicado que haya mejoras en la la situación del hambre. Vamos a ver que algunas regiones puedan presentar mejoras en función al empuje de gobernadores, pero el contexto tan poco favorable, la crisis política, la inflación, la crisis que estamos heredando del extranjero, va que va a tener mucha incidencia en el hambre. El hecho de que tengamos una disminución de la capacidad peruana para procesar algunos fertilizantes es complicado.

Usted ha señalado que esto no viene de la pandemia, sino de años anteriores.

Lo que pasa es que no estamos tomando la situación del hambre como una cuestión de Estado, como un eje estratégico del Estado. Lo hemos dejado pasar porque confiábamos que esta situación iba a mejorar como mejora el crecimiento económico, porque seguimos creciendo en 2019, pero el hambre se quedó estacando.

¿Hasta qué punto hay una relación entre el crecimiento económico y el hambre?

Prevemos que en esta situación donde se ve un contexto desfavorable en el crecimiento (desaceleración), para el cierre de 2022 el hambre se va a mantener en los indicadores de ahora (alrededor de los 17 puntos). No va a empeorar, que es positivo dentro de las proyecciones, pero lo recontra negativo es que vamos a seguir en la misma situación de estancamiento.

Mira: SNI: Paro de transportistas de carga afecta la economía nacional y el abastecimiento de alimentos

¿Cómo afecta la conflictividad en la reducción del hambre?

Tenemos a Las Bambas donde hay conflicto y este tipo de situaciones termina afectando también a la empresa. Si la empresa baja, bajan sus ingresos, hay menos canon para pagar, el gobierno tiene menos capacidad para implementar trabajo y esto impacta en el hambre.

¿Y la falta de fertilizante?

La gente va a seguir sembrando, lo que estimamos es que va a bajar es la productividad. Si una hectárea de palta me daba 8 toneladas por campaña, ahora podría ser 30% a 40% menos. Vamos a ver una disminución en la capacidad de producción y la oferta de alimentos que está llegando al país.

¿Qué se tiene que hacer?

Hay que apoyar a los movimientos que se están consolidando en esta crisis humanitaria, el hambre es una crisis humanitaria. Se necesita la contribución del Midis porque los vecinos pueden tener buena voluntad, pero se requiere coordinación, recursos y apoyo técnico. Está bien que haya alimentos procesados, pero hay que ponerle el ojo a los alimentos ultraprocesados. Hay que incluir a los actores de la sociedad civil, a los gobiernos locales, municipales, distritales, que reconocen la realidad de su entonces. Las ollas comunes son una solución para ahora, pero se necesita una solución a mediano y largo plazo para eso se necesita una serie de estrategia.

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Carlos Anderson

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