Ser madre y empresaria al mismo tiempo puede ser un desafío, pero no una misión imposible. En un entorno donde persisten estereotipos muy arraigados sobre el rol de la mujer, las a cargo enfrentan obstáculos adicionales. Pese a ello, cada vez más mujeres están demostrando que se puede lograr un balance exitoso entre la vida familiar y profesional.

Solo un 4% de mujeres peruanas asume la presidencia en los directorios de empresas, según un reciente estudio de EY. Entre ese mínimo porcentaje, destacan madres de familia que, con mucho esfuerzo, tiempo y dedicación, cumplen con las demandas simultáneas que exige su puesto de trabajo y la maternidad.

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Entre otras barreras que enfrenta la población femenina activa figuran la brecha salarial en el Perú, que se calcula que es de 25% al cierre del 2023 y la tácita “penalidad por maternidad”, que dificulta la integración de una mujer en los equipos de trabajo o las oportunidades de ascensos, sobre todo en puestos directivos; por el supuesto desvío de atenciones que puede causar las responsabilidades del hogar.

Inés Althaus, Chair de Vistage Perú, señala que para hacer frente a los juicios y barreras estructurales que enfrentan las madres de negocios, es crucial que tengan una voz activa en gremios empresariales, organizaciones laborales y grupos de trabajo. Esto permitirá posicionar los retos y necesidades de la mujer en las agendas públicas y privadas, abriendo las puertas a una mayor participación femenina en la toma de decisiones a todo nivel.

Si bien reconoce que la esfera laboral aún tiene camino por recorrer para ser más amigable con las madres empresarias, indica que se necesitan más políticas y prácticas que faciliten el equilibrio trabajo-familia, como: los horarios flexibles, opciones de teletrabajo o híbrido y programas de cuidado infantil durante la jornada.

“Como líder de una empresa y madre de familia a la vez, cuando decidimos retomar o iniciar nuestra vida profesional, de manera automática decidimos tener doble responsabilidad. Esto representa un gran mérito y ambición, que debe ser asociado más como un beneficio que una desventaja”, sostuvo.

En este sentido, en el marco por el Día de la Madre, Althaus compartió cinco consejos a las madres empresarias o ejecutivas para alcanzar el equilibrio de roles:

  • Establece límites entre el trabajo y la vida familiar: Es importante delegar tareas, tanto en el trabajo como en casa. Prioriza actividades y gerencia tu tiempo mediante agendas y listados de tareas.
  • Mantener una comunicación abierta: Una retroalimentación con tu equipo laboral, la pareja o el círculo familiar sobre tus necesidades o expectativas personales es vital para evitar la recarga de responsabilidad. No temas pedir ayuda.
  • Cuida tu salud física y mental: El agotamiento que afectar tu desempeño como madre y empresaria. Toma una pausa, haz ejercicio físico y procura separar un espacio para actividades como hobbies o aficiones.
  • No desanimarte a la primera: No eres una máquina, permítete ser flexible y no angustiarse cuando las cosas no salgan según lo planeado. Celebrar los pequeños logros día a día.
  • Recurre a redes de coaching: Estas reuniones pueden darte una orientación adecuada, accountability y estrategias prácticas para optimizar el tiempo, aumentar la productividad y manejar el estrés de manera más efectiva.

La asesora de empresas recomienda la práctica de habilidades blandas como la resiliencia, flexibilidad y capacidad de adaptación son clave, así como construir redes de apoyo sólidas, delegar responsabilidades y aceptar que el equilibrio trabajo-familia no es estático y requiere ajustes constantes.


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