Nosotros como seres humanos estamos más predestinados a gastar. Entonces, si vamos a ahorrar o separar el dinero para invertir al final de todo lo que tenemos que gastar, nos vamos a encontrar con que no queda nada. (FOTO: JAVIER ZAPATA)
Nosotros como seres humanos estamos más predestinados a gastar. Entonces, si vamos a ahorrar o separar el dinero para invertir al final de todo lo que tenemos que gastar, nos vamos a encontrar con que no queda nada. (FOTO: JAVIER ZAPATA)

¿Cuál es la diferencia entre ahorro e inversión?, ¿solo pueden invertir los que tienen excedentes? Estas y otras preguntas las respondió para Perú21 el gerente general de la gestora de fondos mutuos de Credicorp Capital, Oscar Zapata Urteaga. A continuación un extracto de la entrevista que Zapata Urteaga brindó para Perú21TV.

¿Cuál es la diferencia entre ahorro e inversión?

Para explicarlo, me gustaría traer la frase que tu dinero trabaje contigo. La diferencia entre el ahorro y la inversión es la misma entre guardar y acumular el dinero. Este último implica lograr que el dinero empiece a generar una ganancia y, por ende, que trabaje junto a ti. Una de las piezas claves para lograr esto es trazarse el objetivo de: quiero y necesito que mi dinero empiece a generar retornos. Con esto estaremos listos para poder invertir.

¿Qué sigue?

Hay que tener tres conceptos claros. El primero de ellos es el objetivo, es decir, qué queremos lograr con ese capital que generemos. ¿Quiero poder pagar el colegio de aquí a tres meses?, ¿quiero pagar la inicial de una casa de acá en un año y medio?, ¿quiero poder jubilarme y retirarme tranquilo en unos 10 o 15 años? Ese objetivo debería de determinar cuál es el camino que sigo dentro del amplio mundo de las inversiones.

¿Debemos ahorrar o invertir solo si tenemos excedentes?

Nosotros como seres humanos estamos más predestinados a gastar. Entonces, si vamos a ahorrar o separar el dinero para invertir al final de todo lo que tenemos que gastar, nos vamos a encontrar con que no queda nada. Un factor clave es que cuando tengamos claro ese objetivo de inversión, separemos ese dinero antes y después hagamos nuestro presupuesto.

¿Este objetivo de inversión debe siempre formar parte de la ecuación de nuestros planes futuros?

Pensar en términos de rentabilidad o acumulación de ganancias, no suele ser lo más natural. Al plantearme un objetivo de lo que quiero lograr con ese dinero estoy poniendo cara, pies, cabeza, colores, sensaciones a esto. Por ejemplo, el objetivo puede ser un carro porque me encantan los autos o porque es momento, ya que tengo familia. También puede ser algo tan sencillo como querer pagar la segunda mitad del año del colegio o un viaje en dos meses.

¿Cuál es el segundo concepto o paso para invertir?

Lo segundo sumamente importante es definir el plazo. Es decir, el objetivo debe venir acompañado de un tiempo. Por ejemplo, la matrícula de mis hijos la tengo que pagar en marzo y me quedan seis meses para ahorrar o la cuota inicial de la casa que quiero comprar la debo pagar máximo en abril del próximo año, etcétera. Ese tiempo en el que quiero invertir o ahorrar, también va a determinar cuáles son las posibilidades de alternativas de inversión que tengo.

¿El tercer concepto?

El tercero concepto, que es bien importante, es el apetito de riesgo que tengo. Esto pensémoslo de manera práctica en: ¿soy una persona que respecto a determinada inversión voy a estar tranquilo? No la voy a estar siguiendo, porque la voy a necesitar dentro de 4 o 10 años y ¿lo que pase en el entretiempo me tiene realmente sin cuidado? Es decir, ¿puedo tener estómago para hacer frente a fluctuaciones o todo lo contrario? Con estas preguntas voy a tener diferentes alternativas. Estas son las tres cosas principales que alguien debe tener en la cabeza a la hora de invertir.


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