Claudio Pizarro: Los últimos noventa del ‘Bombardero de los Andes’

Hablar de Claudio Pizarro Bossio es hablar de una parte de la historia del fútbol peruano. En Alemania, los hinchas memorizaron su apellido antes de aprender a decir Perú. Luego ambos sustantivos se convirtieron en sinónimos. Con goles y carisma, Pizarro se convirtió en nuestro embajador. El fútbol peruano –ese que luego de la década del ochenta se sumió en un hoyo– logró brillar en el extranjero a causa de este peruano de familia de militares y pelo engominado.

Claudio lleva el mismo nombre que su padre. Son varios los que dicen que de él heredó la disciplina y fuerza mental. En el libro Benditos, el gringo Monge, uno de sus mejores amigos, recuerda un episodio que bien nos puede ilustrar. Claudio tenía 14 años cuando disputaba la final de un torneo de tenis. No había comenzado nada bien y el primer set había acabado 6-0 en contra. Su familia, que lo miraba atento en las tribunas, ya se preparaba para consolarlo. Pero en el descanso el joven Claudio se acercó a Monge para asegurarle que ganaría el encuentro, que tenía un plan. Apenas pasaron unos minutos del segundo set para que Pizarro empiece a rugir. El flaco de piernas largas lograría voltear el marcador ante su incrédulo rival. Sus apuestas comenzaban a funcionar.

La biografía de Pizarro ha servido para escribir libros enteros. El periodista alemán Reimar Paul lo describe así en su libro titulado Pizarro. “Astuto como un zorro, feliz y despreocupado, dios del fútbol, latin lover y leyenda viviente”. En cerca de 200 páginas se dedica a contar la historia de cómo este peruano se convirtió en una leyenda en dos de los equipos más populares de Alemania: el Werder Bremen y Bayern Múnich.

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EL GOLEADOR

Formado en el Deportivo Cantolao, Pizarro tendría su primera experiencia como profesional en el Deportivo Pesquero. Su sueldo ahora puede resultar anecdótico: trescientos cuarenta y cinco soles, apenas ciento treinta más del sueldo mínimo en el Perú de 1996.

El debut de Claudio como profesional se daría el 23 de marzo de 1996. En el Perú de aquel entonces Alberto Fujimori iba por el primer año de su segundo mandato. Lo más usado por los jóvenes era el walkman. En la televisión peruana Trampolín a la fama presentaba su última temporada al aire y en la radio sonaba “Los globos del cielo” de Pedro Suárez Vértiz.

El estreno sería contra Alianza Lima a los 18 años. Sus primeros dos goles vendrían dos semanas después ante Atlético Torino. Dos temporadas le bastarían para dar el salto a La Victoria. Se vestiría de blanquiazul en 1998. Le dieron la 9, a la que le sacó lustre con 25 goles en 44 partidos.

Su leyenda tomó impulso el 8 de agosto de 1999. Dirigentes del Bremen habían llegado a Matute para ver al equipo jugar. El delantero alto de 1.86 metros de estatura les llamó la atención, pero no tanto como los cinco goles que metió aquella tarde. No hubo dudas, el Bremen había encontrado a su jugador.

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EL SUEÑO

Jürgen Ludger Born, presidente del Bremen en 1999, ha contado lo feliz que le hizo el contrato de Pizarro. Su fascinación hacia el goleador había nacido luego de verlo jugar con la selección nacional en un partido contra Japón. A su vuelta a Alemania, le contó al gerente deportivo sobre sus ganas de ficharlo. Ambos viajaron al Perú vez con toda la intención de llevárselo. Claudio se convertiría en agosto de ese año en jugador del Bremen.

El peruano jugaría su primer partido en la Bundesliga el 28 de agosto de 1999. En su libro, Reimar Paul cuenta que en aquel entonces un dirigente del Bayern Múnich lo calificaría como el ‘Santa Cruz de los Pobres’, en referencia al joven jugador paraguayo que acababa de fichar por el Bayern. Muchos años después el dirigente se arrepentiría.

La primera aventura de Pizarro en el Bremen duraría dos temporadas. Luego iniciaría un romance con el Bayern Múnich. En total, restando su paso por el Chelsea inglés y el Colonia, el peruano ha jugado en cinco ciclos distintos en el Werder Bremen y dos en el Bayern. En ambos cuadros es ídolo.

Dentro de poco se cumplirán 21 años de su debut en la Bundesliga. El sueño ha durado más de lo pensado, diría el delantero, que ahora tiene 41 años. En junio de este año, Pizarro anunció que se retiraría a final de temporada, pero no contaba que el Bremen tendría que jugar dos partidos extra para intentar salvarse del descenso. El pasado jueves se jugó el partido de ida en el Weserstadion y quedó igualado a cero. Mañana será el definitivo. Al Bremen solo le sirve ganar si quiere mantenerse en la Bundesliga. El condimento especial lo pondrá Pizarro: será su último partido como profesional.

En Alemania saben que si hay alguien preparado para este tipo de partidos, es él. El chiquillo de una fuerza mental incalculable que viajó a los 20 años a Bremen en busca de un nombre y consiguió convertirse en ídolo.

DATOS

- Pizarro se retirará siendo el máximo goleador de la historia del Bremen con 153 goles.

-Es el segundo máximo goleador extranjero de la Bundesliga con 197 goles.

-Ha logrado 6 Bundesliga, 6 copas de Alemania, 1 Champions League, 1 Supercopa de Europa, entre otros.

-Ha participado en cinco eliminatorias y cuatro ediciones de la Copa América. Ha marcado en 20 ocasiones.

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