Daniel Benavides, con solo 21 años encima, ha conocido el amor verdadero. Él ha derrumbado esos mitos que afirman que a esa edad tan corta, no puedes conocer al amor de tu vida. Para este estudiante de ingeniería industrial, no existe otra actividad más importante que amarla. ¿A quién? A su camiseta de

Nunca estuvo más enamorado que aquel 3 de diciembre, día en el cual miles de hombres y mujeres, hinchados de orgullo futbolístico, vestían solo de dos colores: blanco y azul. Ese domingo sagrado –que resucitó luego de once años– se elevó ante Daniel que, como ese discípulo incrédulo, no podía creer lo que tenía frente a sus ojos.

“Se va, se va… se va el Alianza para campeón”, era lo que escuchaba y disfrutaba por primera vez en su vida. Su padre ya no se le estaba contando. Él se encontraba en el mismo Alejandro Villanueva de La Victoria para demostrarle a su camiseta que su amor es incondicional y que la iba a esperar cuanto tiempo sea necesario. Y así sucedió. Su espera no fue en vano.

Sin embargo, todo amor duele. Hasta el más puro y sincero. Luego de besarla y hondearla en círculos por los aires, Daniel sintió un dolor en el pecho que no había experimentado jamás. “¿Será la emoción o el choripán que almorcé antes de entrar al partido?”, se dijo a sí mismo. No, claro que no. El culpable de su pesar era un hombre llamado Gabriel Leyes.

“Yo siempre le tuve fe a Leyes a pesar que la gente lo criticaba mucho. Y bueno, PUM, gol de Leyes. Saqué toda la euforia que tenía dentro. Y a los cinco minutos, segundo gol de Leyes. Pero luego, me empezó a doler el pecho y tenía dificultad para respirar”, recuerda este fanático a Perú21, a quien recién le habían dado de alta luego de estar bajo observación durante cuatro días.

“A esa magnitud, nunca había gritado goles así. Ese fueron los goles que más he gritado en mi vida”, agrega. Daniel nos cuenta que ese mismo domingo, al llegar a su casa, se sintió pésimo. Estuvo confundido sobre si se trataba de un mal cardiaco. Su madre lo acompañó hasta una clínica cercana y, tras los exámenes que le practicaron, le diagnosticaron que se le reventó una bula pulmonar. ¿Una qué? ¿Y por qué?

“Era una sensación que nunca en mi vida había sentido”, rememora consternado. Efectivamente, los doctores le explicaron que la causa de su malestar era el tremendo alarido que realizó por haber gritado los dos goles que le dieron el título a Alianza Lima.

“Se me había roto una bula en el pulmón por la presión que yo ejercí en toda esa zona del tórax y pecho. Todo el aire se me escapó y se me fue por todo el cuerpo”, indica. Para fortuna de él, no se necesitó ningún tipo de drenaje u operación quirúrgica para vaciar el aire que se le había filtrado por el cuerpo.

El caso de Benavides se conoció y alguien lo compartió en redes sociales. Un usuario de Twitter –también hincha blanquiazul– publicó una foto de él en pleno estado de recuperación. “Increíble lo que puede generar el fútbol y Alianza Lima”, escribió.

Alianza Lima
Alianza Lima

¿Qué es una bula pulmonar? Este diario consultó sobre este tema al doctor Carlos Saavedra –presidente de la Asociación Peruana de Neumología (APN) – para saber más al respecto.

De acuerdo con sus declaraciones, “una bula es como un espacio libre aéreo que se forma en el parénquima pulmonar. Es algo similar a un globo, dentro de tu pulmón. Cuando se encuentra en la parte periférica, se puede romper generando posteriormente un neumotórax”.

En el caso de nuestro amigo Daniel, según con lo señalado por el médico, “el neumotórax espontáneo es característico en personas jóvenes (hombres y mujeres) y se revientan frente a un esfuerzo físico, habitualmente”. Gritar dos goles con todas sus fuerzas, fue suficiente para que esas bulas explotaran.

¿Cómo aparecieron las bulas en esos pulmones blanquiazules? Saavedra refirió que “lo más frecuente en personas jóvenes es que las bulas esporádicas sean congénitas”. Es decir, aparecen cuando una persona nace. En el caso de adultos entre 55 y 60 años, “las bulas pueden aparecer porque han estado expuestos al humo de tabaco o son fumadores”.

El especialista añadió que las bulas no pueden ser presenciadas hasta el momento mismo de su rotura, a menos, que un paciente se haga una tomografía. “Es frecuente que sean asintomáticas, ellas debutan con el neumotórax”, especifica. Y exactamente eso fue lo que sucedió con el enamorado seguidor del equipo a rayas.

A pesar de este susto que les dio a sus padres, Benavides califica a aquel domingo 3 diciembre como “el mejor que he tenido en el año y en mi vida”. “Es algo raro que se lo contaré a mis hijos pero sé que fue por el amor y la pasión que le tengo a Alianza Lima. No hay nada más lindo que gritar un gol”, dice emocionado.

Como todo fiel hincha de la escuadra victoriana, Daniel Benavides no supera “aquel baile que le metimos a Estudiantes de la Plata con goles del Zorrito Aguirre”. También tiene presente cómo el equipo de sus amores se salvó de ir al descenso en el año 2008.

“Yo recuerdo que ese año peleamos la baja y yo lo único que hacía era llorar y llorar. Pero menos mal que con el gol del Kohji Aparicio, le ganamos a Cristal y nos salvamos”, relata mirando al vacío. Sin embargo, en 2009, la situación para su club fue algo similar.

“En el 2009, todos los partidos a los que yo iba a ver a Alianza Lima, perdía, perdía y perdía. O empataba. No ganábamos ni un partido y era desesperante. Pero ese equipo es el que más rescato. Teníamos a Montaño y a José Carlos Fernández. Y claro, cómo olvidar que perdimos la final frente a Universitario”, manifiesta con cierta incomodidad.

Atrás quedaron esos malos recuerdos de once años de sequía copera. Para Benavides, el logro de Alianza Lima que le hizo alzar el trofeo del Torneo Descentralizado “tiene mucho que ver” con su técnico.

Pablo Bengoechea tiene muchísimo que ver por la confianza que le dio al equipo. Cuando ganábamos era mérito de los jugadores. Pero cuando perdía, era responsabilidad suya”, aclara.

Pero como ningún amor es perfecto en esta vida, el joven hincha es consciente que se deben hacer cambios en los jugadores. Sobre todo, si en febrero próximo, Alianza Lima enfrentará su primer partido por la Copa Libertadores 2018. “Alianza se tiene reforzar, definitivamente. Esos laterales no me gustan mucho. Me gustarían unos nuevos. Pero de que el equipo es sólido, es sólido”, reconoce.

Para cualquier seguidor de Alianza Lima, este 2017 ha sido redondo. Ganaron el Torneo Apertura y, con ganar el Clausura también, fueron los campeones nacionales. Y si le añadimos la clasificación de la selección peruana a Rusia 2018, el ‘Comando Sur’ le sobra motivos para enmarcar los últimos doce meses que han transcurrido.

Daniel agradece mucho que Leao Butrón haya sido uno de los artífices del título de Alianza Lima pero le entristece que no haya sido titular en un partido de la blanquirroja. “Si somos campeones, se lo merecemos a él. Yo creo que él debería ser el portero de la selección peruana. De lejos, es el mejor arquero del Perú por todo lo que tapó este año”, comenta.

Según su percepción, “un arquero que te dé seguridad, como lo es Butrón, es vital porque un equipo se arma de atrás, hacia adelante”.

El futuro ingeniero que acaba de terminar su último ciclo universitario no tiene dudas cuando le preguntan cuál celebración elige: la de Perú por estar presente otra vez en un Mundial o la algarabía que vivió por ver a Alianza Lima ser el actual campeón del torneo nacional.

“Si me preguntas con qué celebración me quedo, me quedo con la de Alianza de todas maneras”, responde con una sonrisa de oreja a oreja, como ese niño que recibió el mejor regalo de navidad y que lo piensa compartir con todos sus amigos aliancistas.