Mary del Águila, economista y administradora. (Anthony Niño de Guzmán/GEC)
Mary del Águila, economista y administradora. (Anthony Niño de Guzmán/GEC)

El día que su madre inauguró el Centro de Altos Estudios de la Moda, Mary bordeada los 16 años. Recuerda detalles de aquel día, tal vez distraída, lejana de lo pasaba, quizás pensando en su futuro fuera del Perú. Meses más tarde, la adolescente partió a Boston para estudiar y, finalmente, emprender el camino propio.

Falleció su padre y su madre le pidió que regrese. Había transcurrido una década lejos del Perú. “Me iba muy bien, ya tenía una vida”, me dice. No recuerda cuántos meses, pero fueron varios, los suficientes para pensar bien la decisión de volver. “No fue una decisión fácil”, agrega. Y un día volvió, formada en economía, administración y con un MBA, credenciales para asumir la dirección ejecutiva del Centro de Altos Estudios de la Moda (CEAM), que fundó Norka Peralta, referente de la moda peruana, su madre. Institución que, pese a la pandemia, ha abierto un nuevo local en San Borja, que se suma al de Miraflores.

¿En qué se parecen Mary y Norka? Perfeccionistas, trabajadoras, exigentes. “Sí creo que nos parecemos bastante”, dice y ríe.

-¿La pandemia ha afectado mucho al rubro de la moda?

Hubo un decrecimiento en el sector; sin embargo, lo malo también trae cosas buenas. Se ha podido abarcar nuevos mercados, a partir de herramientas tecnológicas; el e-commerce ha crecido a pasos agigantados. Hubo un crecimiento en emprendimientos pequeños gracias a las redes sociales.


¿Con tanta tecnología, la inmediatez y la pandemia el concepto de la moda se ha redefinido?

La moda nos identifica, la moda es cultural. Habrá cambios, innovaciones, pero también hay mucho de reciclaje: lo que está de moda ahora, estuvo de moda hace 40 años, eso es lo maravilloso.


-Y hay muchas modas, desde las de nicho hasta las mainstream.

Claro. La moda te representa. Puedes decir que odias la moda, que no te gusta; solo el ejercicio mental sobre moda hace que estés consumiendo moda. La moda representa muchas fuentes de trabajo, es una industria poderosa, es una forma de expresarse. Ha habido toda una revolución femenina en el siglo XX, antes no se podía usar minifaldas y ahora las mujeres se expresan libremente.


-¿El hombre peruano se ha liberado de sus prejuicios, es más osado para vestirse?

Sí. El hombre ahora se puede poner cualquier color, puede usar un rosado, en otros países usan faldas, hasta usan maquillaje.


-¿Pero dirías que el peruano todavía es conservador para vestirse?

Muchísimo. Estamos dando pasos de bebé. El hombre invierte un poco más de su dinero en moda o belleza; sin embargo, aún estamos empezando esta transformación. El peruano es muy, muy conservador.


-¿Qué decirles a quienes les cuesta arriesgar?

Cada uno es feliz con lo que representa, con lo que quiere proyectar; sin embargo, soy optimista porque las nuevas generaciones son mucho más abiertas al cambio, ya vienen con el chip de la modernidad. El cambio se dará de forma orgánica.


-¿La moda peruana qué lugar ocupa en el mundo?

Hay un importante mercado de la moda peruana, ha ido creciendo en los últimos 10, 15 años. Hay diseñadores talentosísimos. Hay mucho talento y para eso sirven las escuelas de moda, como CEAM, que hacen que se canalice y pula el talento. Se está profesionalizando la moda y eso va ayudar para que en unos años innovemos en diseño.


-¿Qué nos puede diferenciar en el mundo de la moda?

Hay que potenciar el valor agregado con respecto a los insumos de altísima calidad que ya tenemos. Tenemos uno de los mejores algodones en el mundo, por no decir el mejor; entonces, lo más difícil ya lo tenemos, que es la calidad en una prenda, ahora falta darle la vuelta en un tema de diseño, de innovación.


-¿Cómo despejar las dudas de un adolescente que quiere estudiar moda?

El diseñador es un artista y hay que perseguir ese sueño. No hay peor cosa que arrepentirse cuando eres grande. Antes había un tabú para estudiar moda.


-Y deduzco que era más difícil si eras hombre.

Totalmente. Hasta ahora lo es, porque solo el 13% de nuestros alumnos son hombres. Pero soy optimista, las cosas irán cambiando. Así como se decía “no quiero que seas cocinero”, te decían “no quiero que seas costurera”. Hay que intentar, por lo menos para saber si es lo mío o no.


-¿Y por qué no estudiaste moda, el camino de tu madre?

Casa de herrero, cuchillo de palo, dicen (ríe). Siento que no tengo ese talento que tiene mi madre. Sí soy muy buena en números, en gestión. Mi madre nos ha dejado a los cuatro (hermanos) estudiar lo que hemos querido.


-Cuando entrevisté a Norka me dijo que tal vez algo que lamenta es que sacrificó su vida familiar y que eso lo notó en ustedes, que quizás se sintieron en un segundo plano.

Para las mujeres siempre hay lastimosamente un ‘sacrificio’, tienes que ‘robar’ tiempo que le puedes dedicar a tus hijos. El éxito no es suerte, no lo encuentras en la esquina, es sacarse la mugre.


-Tu madre me dijo que el cliente más difícil de Norka es Norka. ¿Es cierto?

Sí, ella es muy exigente, así como yo. Creo que he heredado eso.


-¿También hay un Mary versus Mary?

(Risas). Este... No sé, creo que sí.


-¿Cuál se impone?

Es difícil. Nunca dejaría de trabajar porque ese aspecto de mi vida es muy importante. No estaría completa si me faltara mi trabajo. Las chicas suelen decir “me he realizado cuando he sido mamá”, “nacieron mis hijos y ya me siento realizada”. Si bien es cierto mis hijos son mi vida, igualmente me sentiría incompleta si no tuviera el aspecto profesional.



AUTOFICHA

- “Soy Nidia Mary Del Águila Peralta. Nací en Lima, tengo 40 años y dos hijos. Acabé el colegio y me fui a Estados Unidos a estudiar Economía y Administración de Empresas, que estudié a la vez, fue todo un reto. Si no hago diez mil cosas al mismo tiempo, me aburro”.


- “Luego hice un MBA también en EE.UU., enfocado al Marketing. Llegué al Perú a fines del 2008 y como directora ejecutiva del CEAM estoy desde el 2011. Además, tengo una tienda que se llama Babyology. Con el CEAM hemos abierto el nuevo local en San Borja”.


-“Toda la información para estudiar en el centro está en y también en nuestras redes sociales. Queremos consolidarnos, recuperar el tiempo perdido, queremos volver a la normalidad pre pandemia, abrir nuevos programas, nuevos cursos, tenemos mucho optimismo”.