“La independencia no se debe entender como un conjunto de declaraciones de militares y de batallas, me interesa darles voz a los marginados”. (GEC)
“La independencia no se debe entender como un conjunto de declaraciones de militares y de batallas, me interesa darles voz a los marginados”. (GEC)

Leer 1821. El año de la esperanza del Perú (Ediciones B) es como mirar a nuestro país actualmente, pero reflejado en un espejo de hace 200 años. Parece increíble notar cómo nuestra sociedad y clase política conservan no solo tradiciones festivas y gastronómicas, sino también prácticas conspirativas, enfrentamientos y tensiones como las que se vivieron en la época independentista. “También conservamos los chismes y, algo muy peruano o limeño, como las maledicencias y las traiciones. 200 años después de la Independencia vivimos un momento bastante similar”, reflexiona , escritor y diplomático peruano.


¿Por qué elegiste a Torre Tagle como protagonista de este libro?

Torre Tagle me ha parecido siempre un personaje fascinante por su complejidad. Declaró la independencia en Trujillo, es un personaje central en el momento de la llegada de Don José de San Martín y también cuando llega Simón Bolívar, pero termina siendo acusado de traidor y muere de escorbuto, o sea, de hambre en la Fortaleza del Real Felipe. Creo que tratando de entender a ese personaje tan complejo, podemos entender mejor ese momento histórico de 1820 - 1821.


¿Cómo entendemos lo ocurrido en los últimos meses de 1820?

Teniendo a Torre Tagle como protagonista es importante entender lo que estaba pasando en el norte del Perú, en Trujillo, donde están los primeros peruanos que deciden proclamar la independencia. Los últimos meses de 1820 son un momento de decisiones, había una gran discusión sobre cuál iba a ser el destino del país, si íbamos a declarar la independencia o no. Para mí era importante contar cómo se vivió ese ambiente en toda la intendencia como la zona de Maynas, en la selva, donde hubo algunas escaramuzas, batallas poco conocidas, declaraciones, proclamaciones, que se fueron multiplicando en el norte del Perú y que permiten que San Martín entre a Lima y declare la independencia.


¿Cuál fue la participación de los indios, negros, sipanes, angolos, muchik entre otros pueblos en este proceso en el norte?

La independencia no se debe entender como un conjunto de declaraciones de militares y de batallas, me interesa darles voz a los marginados, los esclavos, indígenas, los que contribuían a su manera sumándose a este proyecto. Ellos asumieron su pertenencia a ambos bandos, yo cuento más la historia de los que se pusieron de lado de los libertadores. Pero, lo importante es entender que un proceso tan complejo no se debe solo a la decisión de un hombre, sino que fue necesario tener una serie de contactos con las élites, que toman las decisiones, y también con las representaciones del pueblo. Es interesante cómo ese pueblo decide tomar partido por una independencia, sumarse a la escuadra libertadora y apoyar de distintas maneras, en algunos casos forzados y en otros de motu propio.


¿Qué tan difícil fue para Torre Tagle integrarse a este proceso complejo?

Creo que fue muy difícil porque toma una decisión clave para el proceso al dar la primera proclamación de independencia en todo el Perú. En ese momento, él está lejos de su familia, tiene cargos públicos del gobierno realista, es intendente, antes estuvo en España tratando de recuperar algunos títulos, también es un representante de las colonias en las cortes. Por eso creo que en él se centran todas estas contradicciones, que son las dudas que tiene cualquier hombre al pensar qué va a pasar en esta tierra. Él seguramente piensa en su familia, en sus propiedades, pero también en un destino mayor que es el destino de la patria.


¿Cuál fue la importancia de que la independencia empezara afuera de Lima?

Muchas veces pensamos en la Historia y vemos todo lo que pasa en la capital, sin embargo, en las regiones ocurrían hechos fundamentales. Las declaraciones de la independencia se van multiplicando, inicia en Trujillo, a fines del año 20 es en Piura, luego en Tumbes, Lambayeque, Amazonas. Eso explica que se llegue a proclamar la independencia en Lima, que los realistas se agrupen en el sur y que las batallas finales sean en el centro y sur. Es importante que la Historia recupere los hechos, héroes y heroínas regionales que creo que son fundamentales de revalorar para que cada región sienta que formamos parte de un mismo país, la Historia te da ese sentimiento de pertenencia y patria que a veces perdemos de vista.


En tu libro también relatas cómo eran las fiestas en la noche tras las proclamaciones.

Incluí como personaje a Basil Hall, que es un viajero inglés que tiene unas memorias muy interesantes, y cuenta muy bien esta vida más allá de lo oficial. Además de la fiesta de las élites, que fue en el Nuevo Palacio de Gobierno en 1821, se vivía una fiesta popular afuera donde habían vivanderas, cajas o puestos de comida de platos que tenemos hasta ahora como tamales, vino de chacra, aguardiente, pisco. El pueblo se sumaba a las celebraciones, que por otro lado se daban de manera mucho más restringida, con grandes banquetes y bailes entre las élites.


¿Cuál fue el papel de las mujeres durante la independencia?

Fue muy importante, están las heroínas Toledo, María Parado de Bellido, Rosa Campuzano, Manuela Sáenz, María Valdizán en Pasco –que es una figura poco conocida–. Habían fondas donde se juntaban las mujeres para contribuir con la independencia. Es fundamental recuperar el valor de la mujer en ese contexto histórico porque les debemos buena parte del éxito de la independencia.


AUTOFICHA

- “Soy diplomático, pasé buena parte de mi vida profesional trabajando en el Palacio de Torre Tagle, viendo sus cuadros… de hecho, nos llaman diplomáticos de Torre Tagle. Siempre me dio curiosidad su vida. Tengo un libro anterior llamado Historia de dos Bernardos”.

- “En los años siguientes de la proclamación de la independencia en 1821, que ojalá me toque escribir en algún momento, se da como un corte de las celebraciones porque Lima se va a convertir en una capital sitiada, que no está liberada porque los realistas se van al sur”.

- “En el discurso de 28 de julio, el presidente Pedro Castillo dijo: ‘Estamos luchando contra las fuerzas realistas’. O sea, aún se mantiene en su imaginario que los realistas, la élite, los aristócratas son los que se oponen a la libertad”.