Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

La respuesta a la pregunta parece ser algo obvia: placer. Pero lo que muchos no saben es que el producido durante el sexo ha estado ligado a la reproducción a nivel biológico en el reino animal a excepción de las hembras primates, grupo al que pertenecen las humanas.

Según un estudio elaborado por un equipo de científicos de la Universidad de Yale y el Hospital Infantil de Cincinnati, la razón del orgasmo femenino humano habría tenido una función reproductiva bastante importante en nuestros ancestros, los primeros mamíferos.

Pero ¿por qué específicamente el orgasmo femenino? Como menciona la científica Sinc Mihaela Pavlicev, del Hospital Infantil de Cincinnati y coautora del estudio: "Mientras que el orgasmo masculino tiene una misión clara en la reproducción, que es la transferencia de esperma, no existe tal función en las mujeres. Las mujeres pueden quedar embarazadas sin tener un orgasmo”.

“Entonces, ¿para qué sirve? Es una pregunta que ya se hacía Aristóteles. Y hay una pieza clave en este rompecabezas: algunas mujeres no llegan al orgasmo en sus relaciones sexuales. Si tuviera una función biológica clara, el mecanismo debería ser más efectivo”, agrega el otro autor del estudio, Gunter Wagner, de la Universidad de Yale.

Esta falta de relación entre el orgasmo femenino y la reproducción ha sido un enigma que se ha intentado explicar a través de diversas hipótesis. Ahora, un nuevo estudio publicado en , plantea que el orgasmo femenino tuvo la función de inducir la ovulación.

VESTIGIO EVOLUTIVO

Las conclusiones a las que llegaron los investigadores es que el orgasmo femenino no tiene utilidad práctica en la reproducción actualmente, pero que la tuvo en algún momento de nuestro pasado evolutivo. Este servía para desencadenar la ovulación, es decir, la liberación de óvulos de los ovarios durante la cópula, una reacción que se sigue produciendo hasta hoy en otras hembras mamíferas como conejas, gatas, huronas, camellas, etc.

Esta reacción se conoce como ovulación inducida. Y según un estudio previo del mismo equipo de investigadores, publicado en 2016, este tipo de ovulación fue anterior a la endógena que presentan las mujeres en la actualidad, pero ambos tipos presentan similitudes fisiológicas que se han mantenido hasta nuestros días, una de esas similitudes es el orgasmo.

Illustration of the female reproductive system, showing ovulation (right).
Illustration of the female reproductive system, showing ovulation (right).

“Creemos que el orgasmo femenino se asoció ancestralmente con la inducción de la ovulación mediante la cópula, es decir, con la liberación de óvulos del ovario que en algunos animales ocurre como consecuencia de la cópula. Llamamos a estas mamíferas ovuladoras inducidas (o con reflejos). En otras, como humanas y grandes simias, este tipo de ovulación se pierde y las ovulaciones se regulan de manera endógena, sin estímulo externo, como en el caso de las mujeres”, recalca Pavlicev.

EL CLÍTORIS CAMBIÓ DE LUGAR

Incluso, detectaron que la anatomía del órgano genital femenino también cambió con la evolución “en el sentido de que los animales que requieren inducción externa para ovular tienen el clítoris dentro o muy cerca del canal copulatorio, por lo que se estimula”, señala la experta.

Esta característica física se diferencia de las mujeres, cuyo clítoris se encuentra en una zona externa, lejos del canal copulatorio, por lo que la penetración no necesariamente genera la estimulación que desencadena un orgasmo.

“Cambiaron de lugar al mismo tiempo que el cuerpo de las hembras pasaba de una ovulación inducida por el macho a una ovulación espontánea. El clítoris pasó de estar en el interior del canal vaginal de las hembras a estar donde actualmente está, pues ya no hacía falta alcanzar un orgasmo para ovular”, refiere Pavlicev.

seductive woman lying in bed in lingerie masturbating herself.temptation and sexuality concept.
seductive woman lying in bed in lingerie masturbating herself.temptation and sexuality concept.

Sin embargo, una de las características que permanecería invariable sería la descarga neuroendocrina de prolactina y oxitocina, hormonas que son segregadas por las mujeres en el clímax y que juegan un papel esencial en la ovulación inducida de las mamíferas.

“Observamos que el aumento hormonal que acompaña al orgasmo femenino humano también está presente en otras especies y es especialmente importante en aquellas que no ovulan espontáneamente, sino solo después de la cópula, como el conejo, el gato o el hurón. En otras palabras, las hormonas de nuestros orgasmos inducen la ovulación en estas especies”, agrega.

Esta migración de clítoris lejos de la vagina propició que sea menos probable que las mujeres alcancen el orgasmo con la penetración. Sobre las razones de este cambio que aparentemente perjudica la predisposición de las mujeres hacia el sexo, los investigadores no saben todavía las razones por las que la evolución “siguió ese camino” y revelan que se requieren más estudios.

Con información de Hipertextual, Scientific American, Journal of Molecular and Developmental Evolution.