Redacción PERÚ21

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¡Gran hallazgo! Esta semana se informó del reciente descubrimiento en  del fósil del primer pájaro carpintero descrito en Sudamérica y uno de los primeros en el mundo.

Este ejemplar tenía patas extremadamente largas y sus alas eran débiles, por lo que los paleontólogos presumen que fue una especie caminadora, adaptada a recorrer la llanura pampeana en una época en que no abundaban los árboles.

La especie hallada fue bautizada como Colaptes naroskyi en honor al observador de aves y divulgador Tito Narosky. 

Este fósil de pájaro carpintero caminador de las Pampas fue encontrado en un lugar muy accesible y transitado de Buenos Aires, a solo 40 metros del Camino de la Ribera, en la localidad de Mariano Acosta, en el yacimiento conocido como La Curva del Chancho.

El investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN) y del CONICET, Federico Agnolin, aseguró a la Agencia CTyS-UNLaM que "en los alrededores de la Ciudad de Buenos Aires y del Conurbano hay un montón de yacimientos paleontológicos; de hecho, esta región ya había sido estudiada por los primeros paleontólogos y naturalistas argentinos hacia mediados del siglo XIX”.

Asimismo, Agnolin, comentó que “son poquísimos los registros de pájaros carpinteros fósiles, hay muy pocos en el mundo, y lo más raro es que, en este caso, se encontró su esqueleto casi completo”.

El autor principal del estudio, publicado en la revista científica Neotropical Ornithology, declaró que la principal diferencia de esta especie respecto a los pájaros carpinteros conocidos hasta ahora consiste en las proporciones de su esqueleto, porque tenía patas muy largas cuyas proporciones se acercan a los animales caminadores. 

El doctor Agnolin indicó que las alas de esta especie eran débiles: “Especialmente el húmero era bastante débil y curvado, lo que indica que no tenía gran capacidad de vuelo”.

Según explicó el especialista, estas características de su esqueleto corresponden con el ambiente de aquella época, caracterizado por grandes planicies y escasa vegetación, razón por la cual este pájaro carpintero debía desplazarse “a pata” en busca de su alimento.

Respecto a la alimentación de estas aves, el paleontólogo del MACN y del CONICET comentó que “es cierto que los pájaros carpinteros pican la madera, pero lo hacen en búsqueda de insectos larvas, gusanos y otros bichos pequeños, a los que pueden alcanzar con su lengua larga y pegajosa”.

“Este pájaro carpintero extinto también se alimentaba de insectos, pero, hace 30 mil años, el clima de la región pampeana era semejante al de la Patagonia actual, mucho más seco, y no había una arboleda a disposición de estos animales”, observó.

Por ello, el doctor Agnolin analizó que “es probable que el Colaptes naroskyi, al igual que algunos pájaros actuales de la región pampeana, fueran a los hormigueros y los rompieran con sus picos para comer hormigas por ejemplo”.