[Opinión] Andrés Chaves: Golf, Sinatra y la Alpaca
[Opinión] Andrés Chaves: Golf, Sinatra y la Alpaca

Pocos saben del rol que el golf y Frank Sinatra jugaron para que la fibra de alpaca pueda saltar de los Andes a las pasarelas del mundo. En los sesenta, esta materia prima era, en esencia, un misterio para cualquiera que no sea peruano. En ese entonces, el artista conocido como ‘La Voz’ se encontró con el golf, un deporte en plena expansión en Estados Unidos, camino a consolidarse como el hobby de los ricos y famosos.

El primer boom global de la alpaca ocurre , un tejido abierto y holgado, que protege del frío y del calor, pero, además, permitía al miembro del verse elegante mientras caminaba entre hoyos. Este empuje fue clave para que la industria alpaquera en Perú se empiece a afirmar.

Nichos internacionales, supuestamente desconectados de lugares tan remotos y distintos, como los Andes, los modifican de manera profunda. Décadas antes de Frankie y sus chompas links, los rebaños de alpaca estaban evolucionando, pues la fibra se había empezado a exportar, pero los centros textiles de ese entonces (Boston en EE.UU, Bradford en Inglaterra) demandaban fibra blanca, pues se podía teñir a cualquier color. Hoy, las alpacas peruanas, que tienen una alucinante gama de tonos naturales, son, predominantemente, blancas.

Estas presiones van más allá del mundo textil. Lo mismo ocurrió con la quinua hace unos años, cuando el tenista Djokovic anunció que su éxito se debía y que el grano andino era fundamental en ella, creando un nuevo pico en la demanda del superalimento (años antes, la Nasa hizo lo propio cuando anunció que la quinua era “”).

Si bien hablamos mucho de estrategias comerciales y planes a largo plazo, es impresionante cómo hechos aleatorios y fortuitos pueden afectarnos. Hoy, la mejor manera de proteger nuestras cadenas productivas es reconocer lo conectadas que están al resto del mundo y saber capitalizar esos caprichos del destino.

TAGS RELACIONADOS