Nos acabamos de despedir de julio, sus Fiestas Patrias siempre nos brindan la excusa perfecta para inflar el pecho como peruanos a pesar de todas las frustraciones políticas y económicas. Muchos no lo saben, pero julio también es un mes para celebrar a una comunidad pocas veces visibilizada: las personas con discapacidad.

Aunque en Perú, el 16 de octubre es el , a nivel global, julio es el mes del orgullo para esta población. La fecha tiene que ver con una , luego de una ardua lucha de activismo político que duró décadas. Para los interesados en esta historia, les puedo recomendar con confianza el excelente documental de Netflix

Para personas con discapacidad la principal batalla es contra la indiferencia y su prima hermana, que es una de las fuerzas más potentes de la naturaleza humana, la inercia. En el documental, se menciona múltiples veces la frase “barreras arquitectónicas” y cómo la falta de imaginación y empatía en nuestros espacios urbanos les roba dignidad, autonomía y acceso a millones de personas. Según INEI,

Una incongruencia importante en esta causa también es la geografía, ya que los países que más han progresado en acceso son las economías más avanzadas, pero . Nuestro país hace eco a esta estadística. En Lima (en ciertas zonas al menos), es evidente el avance que se ha logrado para eliminar barreras arquitectónicas, pero en provincias cada mejora se siente aleatoria y esporádica.

Todos seguimos con nuestras vidas, pero para millones de personas y sus familias el simple hecho de moverse por espacios públicos representa una batalla cuesta arriba (muchas veces, literalmente). Urge una agenda nacional con avances tangibles, eso sí sería la excusa perfecta para inflar el pecho.