"Si bien todas las naciones han sufrido con la pandemia, la economía británica se muestra tercamente depresiva, mientras sus equivalentes empiezan a rebotar".
"Si bien todas las naciones han sufrido con la pandemia, la economía británica se muestra tercamente depresiva, mientras sus equivalentes empiezan a rebotar".

En junio del 2016, el Reino Unido decidió, por medio de un referéndum, desvincularse de la Unión Europea. Luego de duras negociaciones, recién el 31 de enero del 2019 se oficializa la salida británica del bloque de naciones multiculturales que juntas representan la segunda economía más grande del mundo. En otras palabras, esta semana se celebra el aniversario del Brexit.

Parafraseando al periodista está decisión representa la primera vez que una población se impuso, a sí misma, sanciones económicas. Difícil encontrar los argumentos para contradecirlo.

Los políticos detrás de este trágico autogol prometían que un solo acto sencillo, dejar la Unión Europea, era la solución a todos los problemas nacionales. El Brexit, supuestamente, traería mejoras económicas, un control absoluto de las fronteras para detener la inmigración ilegal, mayor competitividad global y más presupuesto para programas sociales internos.

En todos los frentes incumplieron. Si bien todas las naciones han sufrido con la pandemia, . Todas las críticas a Europa por la crisis de refugiados de Siria hoy suenan vacías, pues el 2022 se batieron . para evitar tarifas, burocracia y empleados con poca movilidad entre países europeos. La crisis económica ha obligado a subir impuestos y .

Esto no es un caso aislado, pues los demagogos, esos políticos hábiles con slogans, pero ineptos en gestión, están en auge. Habitan, además, todo el espectro político: Trump, Castillo, López Aliaga, Petro en Colombia, Duda en Polonia, por mencionar algunos.

Mientras los británicos siguen sufriendo de heridas autoinfligidas, sería bueno aprender a desconfiar de esos políticos que siempre prometen soluciones sencillas a problemas complejos.